Yo apoyo a Dinamarca

martes, enero 24, 2006

Me desapunten


El último bastión del rojerío que conocía, al tiempo que el avión descendía y se posaba sobre el oscuro aeropuerto de Bucarest se lamentaba de la extrema pobreza generada por el comunismo. Las calles y las carreteras de Rumanía se convertían en un duro trago sobre el autobús. Los socavones nos hacían botar como si de una cama elástica se tratara. Lenin por los suelos, y entre rejas, rodeado de basura. Pobreza y tristeza. Una casa ante nosotros que parece una casa de cualquier barrio pobre en España nos muestra a su entrada una bandera, ¡es la embajada de Irak! Los Dacia, muestra del progreso rumano, son copias del Renault 12 en el que mi tío nos paseaba allá por los setenta. Pobreza, tristeza... ¿comunismo? Me desapunten.

sábado, enero 14, 2006

Mi abuela

Mi abuela era un señora, toda una señora. La recuerdo con su pelo cano, con su figura pequeña y delicada y siempre, siempre, recordando a mi abuelo. Mi abuela ya está muerta, hace casi 20 años que nos dejo, pero, como mi padre es militar y un señor en el diario Avui la ha ofendido paso a defenderla. El tipejo en cuestión, que supongo conoció a su madre y a su padre (disculpen si dudo de lo segundo), se entretiene en decir que si los militares van a entrar en Barcelona que recuerden la ordenanza municipal "que prohíbe la práctica de la prostitución en según qué supuestos. Por tanto, mejor que vengan sin sus madres".
Pues bien, queridísima rata de nombre Iu Forn (no me pregunten, no sé qué coño de nombre es ese), mi abuela, por una cuestión vital (ya le digo que murió hace 20 años) no va a poder ir a Barcelona a verle a Vd. el careto, pero yo, en su nombre, sí que le digo que caso de encontrarnos alguna vez el rostro puede Vd. estar tranquilo, no se lo romperé. Debe Vd. tenerlo del hormigón más armado jamás fabricado por el ser humano. Eso sí, ojalá que algún día, no muy lejano, pueda conocer a su señor padre, y esta noche, tranquilo, que los señores que pasen por la alcoba de su madre le pagarán lo convenido, con el IPC acordado de este año. Que Vd. lo pase bien, mal nacido. Ojalá no vuelva a tener noticias de Vd.
Se despide atentamente,
El hijo de un militar y el nieto de una santa.

miércoles, enero 04, 2006

Podréis

Podréis cortarme las manos y seguiré escribiendo esta bitácora. Podréis cortarme la lengua, pero otras bocas dictarán lo que pienso. Podréis cortarme las piernas, pero mil caballos conducirán mis libertades. Podréis arrarcarme el corazón, pero millones de ellos seguirán latiendo. Podréis silenciar la COPE en Cataluña o en España, y los Pods sonoros de las bitácoras sustituirán a las ondas que atrapéis con vuestro CAC (Consejo Audiovisual de Cataluña). Seguid danzando malditos, seguid, no paréis hasta tener todos los medios pero nuestra libertad, la de decir lo que pensamos, tendréis que amordazarla con todas las manos del mundo. Utilizad balas de plomo trenzado, utilizad cuchillos de acero frío, utilizad cuerdas de espino, todo lo que querais utilizad, pero nuestro silencio, el nuestro y el de millones de personas que quieren la libertad, ese, ese no lo vais a conseguir.
Feliz año a los que aman la libertad y... para los otros, metros de espino, toneladas de plomo y de acero, que no digan que no tienen facilidades para amordazarnos y cortarnos el corazón pero lo lamento, seguiremos existiendo.