Yo apoyo a Dinamarca

jueves, mayo 25, 2006

El canon

Dice la RAE, en su cuarta acepción, que canon es un "modelo de características perfectas" y yo, amante de la belleza (especialmente de la humana), me he escandalizado porque ¿qué características perfectas tiene pagar a alguien por algo que no ha hecho? Ninguna, ¿verdad? Nuestro querido gobierno, bueno, el de aquellos que lo votaron, soy un objetor del voto y... puedo demostrarlo, ha llevado hasta el Senado su ley sobre el canon en aquellos aparatos que sirvan para grabar sobre cualquier tipo de soporte cualquier tipo de documento. Me explico. Hasta ahora nos cobraban por grabar en un DVD, un CD, o cualquier otro medio unos céntimos en cada uno de ellos. Bien, desde ahora también el aparato grabador tendrá un gravamen. Es decir, nos van a cobrar doble o triple o cuádruple.
Les pongo un ejemplo. Este que les escribe, compra una cámara de vídeo para grabar un día de campo con su familia y amigos, el perolete dominguero, vamos. Primer canon que paga, sobre la cámara de vídeo (aparato grabador). Se acerca a una tienda especializada y compra una cinta para grabar a su amigo Jose en actitud indecorosa tras tomarse 3 cubatitas. Segundo canon que paga, sobre la cinta (soporte de grabación). Éste que les habla se pasa la fiesta sin beber nada para que no salga movida y se pega el trabajazo para que los amigos de ZP puedan hacer peroletes de mayor enjundia, con caviar y esas cositas, trabajo para ellos además de para hacienda, no olvidemos que ya he pagado el 16% de IVA para que Ex-paña funcione. Finalizado el fiestorrillo me voy a mi casa para visionar la cinta y pasarla a otro soporte, pongamos... DVD. Me compro un aparato grabador de DVD al que enchufo mi cámara y convertir mi reportaje. Tercer canon que pago, sobre el aparato grabador de DVD. Lo olvidaba, compro una tartera de DVDs para pasarlo. Cuarto canon que pago, sobre el soporte DVD. Claro, que si quiero hacer una copia para Patrio, otra para Jose, otra para Cristóbal, otra para Antonio y otra para el agregado (feliz casorio Antonio, que sí, que voy a ir a tu boda hombre, pero que no la grabo que mira lo que me va a costar), a lo que iba que me pierdo. Si hago varias copias, más que pago. Pero bueno, hoy me he levantado con el piel correcto, es decir, el derecho (le joda a quien le joda). Ya está, ya no pago más... ¡coño! que leo en el artículo 25.2: "los equipos, aparatos y soportes idóneos y que se utilicen para la reproducción, fabricados en territorio español o adquiridos fuera de éste para su distibución comercial o utilización dentro de dicho territorio", es decir, que si me compro otro DVD para reproducirlo, también pago. Quinto canon que pago, por ver lo que ya es mío.
Y después de esto, ¿creen que voy a pagar algo por cualquier película, canción o libro cuando a mí me roban? Como soy un niño refranero les diré que: El ladrón que roba a otro ladrón tiene cien años de perdón, y sí, tendré que ser ladrón, qué remedio, Dios habló de hermanos, no de primos.

miércoles, mayo 24, 2006

Mi neonación

Ahora que mis amigos me insisten en que escriba, ahora que tengo unos minutos, ahora que le he robado unos segundos al sueño, ahora que el café frío me despierta y que las primeras noticias de la mañana me irritan, justo ahora, me siento y escribo. He vuelto al mundo, a la cruda ignorancia de la madrugada calurosa y asfixiante. A las realidades nacionales de una nación que ya no es, para dar paso a otras que nunca fueron. Existir no es ser lo que uno no quiere porque otros así lo decidan. Existir no es ser más que el de enfrente, que tal vez, no es nada. Cataluña, Valencia, Andalucía, todos somos nación. Yo no quiero ser el pequeño aliento de un político que no supo unir, sino disgregar.
Ahora quiero ser la neonación enredada. Quiero ser red, quiero ser de esa nación que cada mañana me permite leer historias de pueblos lejanos, de culturas desconocidas que sólo los microchips me acercan. Lucharé porque mi frontera sea una pantalla. Dejadme ser de la nación lejana que me acerca cada día a personas que no conozco, pero que amo. Dejadme la libertad y arrancadme la tierra, sólo dadme un ordenador, un teclado, un ratón, una pantalla, y una conexión de banda ancha. Abandonadme si queréis, pero no me arranquéis de esta silla que me da la libertad de escribir, de leer, de conocer, de ser persona.