Yo apoyo a Dinamarca

sábado, julio 23, 2005

El hombre Kodak

Rodríguez, el hombre Kódak, no apareció, prefirió diluirse como un azucarillo en Pekín. Mientras nuestro presidente escuchaba La flauta mágica 11 personas ardían en un incendio en Guadalajara y ahora, mientras se honraba su memoria en la Iglesia del Fuerte de San Francisco, se deleitaba con los bailes regionales. El presidente más ruín de la historia de España se entretiene viendo un partido del Real Madrid, así no se quema dirán sus asesores, que ya bien quemados han quedado los trabajadores muertos.
Eso sí, por organización, aquella de la que carecieron para extinguir el incendio, los compañeros de los fallecidos se han quedado en la calle. Pero no se han quedado de cualquier forma, se han quedado rodeados por la policía, como vulgares delincuentes. ¡Qué organizados están cuando hay miembros del gobierno! Espero que esto le queme, señor presidente, espero que esto le abrase antes de que lo hagan las llamas del infierno al que usted irá derechito, eso sí, del brazo con Ruin-balcaba (Pérez desde ahora para mí, que me han dicho que le jode).