Yo apoyo a Dinamarca

jueves, julio 21, 2005

55 días en Pekín

Está claro lo que pretende nuevamente el comando Rubalcaba (si te agachas te la clava). Las televisiones, todas por cierto controladas por el PRISOE y las que no muy próxima, han repetido hasta la saciedad las imágenes de un Hernando sujetado por la chaqueta y encarándose con semejante alimaña. Ojalá hubiera más Hernandos en el PP, ojalá se enfrentaran al cínico Marín todos los días como ayer lo hicieron Zaplana y compañía. Pero no, la tibia derechona prefiere no ser ni fría ni caliente y claro, ya lo dijo Jesucristo, porue no eres ni frío ni caliente te arrojaré de mi boca Satanás. Esta mañana, todas las encuestas, a pesar de la campaña de descrédito, daban la razón a ese Hernando encorajinado, enrojecido por la rabia y con un par de narices haciéndole frente al portavoz de los GAL, sí, sí, al despreciable y vomitivo ser que durante la época en que en su partido se llevaban el dinero de los españoles calentito él, inmundo personaje como pocos aparecía cada día diciendo que era mentira.
Pero claro, ha conseguido lo que buscaba, ya no se habla del incendio en Guadalajara, ya no se habla de que Barreda, mientras una de sus provincias ardía como la yesca él, se zampaba una barbacoa al aire libre (¿tendría las mismas medidas de seguridad que la que ardió?). Ya no se habla de Zapatitos escuchando La flauta mágica mientras 11 personas morían carbonizadas por uno de los mayores incendios que se recuerdan, no debemos olvidar el del pasado año en Huelva, curioso, ambas comunidades (con las competencias transferidas en esa materia) gobernadas por sociatas, sí, por sociatas de mala calaña y de estirpe poco recomendable.
Zapatitos, ese presidente que fue capaz de dejar plantado al primer ministro polaco por dormir la siesta, no ha sido ahora capaz de quedarse en tierra para consolar a las víctimas. Prefiere irse a pasearse por la Muralla China, a conocer Pekín, a ver al Real Madrid. Este presidente no quiere aparecer en la foto que huele a carne quemada y a madera carbonizada. No, no, la gestión ha sido catastrófica y lo peor, catastróficamente gestionada por su gobierno y sus gentes que no perdonan una barbacoa. Ya ha dimitido la que nunca dimitiría, la Consejera de Medio Ambiente de la comunidad castellanomanchega. Ella tan chula, tan engreída, finalmente lo ha reconocido. Soy una inútil presidente.
Mientras España se desmembra en un nación de naciones, pero ¿¡qué coño es eso!? Ni el mismo creador de la Alianza de Civilizaciones (perdón que el creador fue el gran demócrata Jatami, presidente de Irán), vamos, que ni el mismo Zapatitos es capaz de mascarlo. En su partido se dan de tortas por entenderlo, pero claro, cómo vamos a entender lo inentendible. Sin embargo, el gran Bellotari Ibarra ha salido diciendo que entre Carod y Jiménez Losantos se queda con Carod, que es lo mismo que decir que entre los asesinos y las víctimas se queda con los asesinos. ¿Que por qué lo digo? Muy simple, Losantos tiene un recuerdo en su pierna, un disparo que los amigos de Carod le hicieron allá por la transición para que dejara de meterse con ellos. Está claro, señor Rodríguez Ibarra, usted está a favor de los que está, de los del tiro.
Este post está resultado excesivamente largo, pero claro, ni en vacaciones me dejan descansar. Ya termino, de verdad, con la lapidaria frase que Zapatero le dijo a Sonsoles en la ópera al tiempo que los acordes de la música de Mozart lo inundaba todo: "Mira Sonsoles, Guadalajara arde y nosotros... nosotros nos enamoramos"