Me helarás la sangre

Ayer, en ABC, Pilar Ruíz, madre de Joseba Pagazaurtundúa, recriminaba a Pachi López, líder sociata en vascongadas (unámonos todos para no llamarlo más Euskadi o País Vasco, huyamos de su utilización del lenguaje), le recriminaba su actitud ante los terroristas. Pachi es el mismo Pachi que se ha reunido con los sucesores de ETA-HB sin pudor, con aquellos que señalaron con el dedo a los que posteriormente cayeron asesinados dentro de su partido, incluido el propio Joseba. Para mí no eres valiente Pachi, ni tampoco para muchos españoles, para mí eres una sucia comadreja que mira para otro lado cuando pasan los que asesinaron a mil españoles.

Pero tú no eres el único, a ti se ha unido tu jefe, Zapatero, el mayor traidor que ha conocido la historia de España. El fétido olor de los muertos no llega a vuestras narices pero a las nuestras sí. José Luis Rodríguez Zapatero, sucio, zafio, ruín y medrador vuelve a su redil, el de las buenas palabras y el de las malas acciones. Buscamos la paz, dice el muy cobarde, pero ¿a qué precio? ¿al de olvidar a los muertos? Ellos están solos, comidos por los gusanos, mientras los asesinos nos gobiernan, sí Zapatero, esa es mi sensación, que quienes matan vuelven al gobierno vasco. Tal vez sea mejor que salgamos a la calle a mataros para que así nos respetéis. Pues no lo dudéis, si es necesario lo haremos, pero queremos respeto por nuestros muertos, ya que no nos lo tenéis a los vivos.

Zapatero y Pachi, me heláis la sangre al uniros al Pacto de Perpiñán. Otros te dan la bienvenida al club. Yo quiero darte el pésame por adelantado.