Yo me acuso

Siguiendo la estela de aquel artículo del siglo XIX escrito por Zola y que derribó a una república, muchos, muchísimos años después escribo un artículo con un título semejante, pero Zola acusaba y yo, pobre pecador, me acuso. He de confesarme, como católico que soy, y busco a un confesor, pero ya lo he logrado: Belloch, tu nombre me suena atroz.

Señor biministro, todopoderoso de los últimos gobiernos sociatas. Alcalde sociata de Zaragoza, demócrata donde los haya y amante de la libertad, de la suya, por supuesto. Pero, en fin, como pecador que soy, me arrodillo ante usted, extiendo mis brazos y avergonzado y compungido desgrano mi rosario de pecados.

Confieso que escucho a Federico Jiménez Losantos cada mañana, desde las 6 para más INRI y lo que es peor, además disfruto. Fuí de los que se acordó de su padre, en muchas ocasiones de su madre, y hasta en más de una ocasión recordé a su generación y sobre todo, a sus muertos, de esos me acordé mucho. No voto al PP, lástima, no cometo ese pecado, pero reconozco que hago campaña para que ganen.

Tras esto, espero su absolución señor Belloch, aunque estoy seguro que volveré a pecar... y lo que aún es peor, mientras escribía el artículo seguí pecando, lamento que le suenen los oídos, era yo. Que sus muertos descansen en paz, y que su madre, contra la que no tengo nada... también.