Yo apoyo a Dinamarca

sábado, enero 08, 2005

Champán y langostinos

Les juro por mis muertos, por esos que murieron defendiendo a la España que ahora Zapatero e Ibarreche se empeñan en romper, que esto que les voy a contar ahora no es ninguna broma. Hay cosas con las que no se debe bromear y la sangre es una de ellas.

El mes próximo saldrá libre José Ignacio de Juana Chaos, sanguinario etarra que ha sido y es un bastardo que no sólo se alegraba de las muertes sino que además ha buscado continuamente la conexión ETA-Terrorismo Islámico.

¿Cómo explicar esto a aquél Guardia Civil que en unas navidades de finales de los ochenta lloraba amargamente su condena? Y cuando digo su condena, digo la del guardia. Era nieto, hijo y hermano de Guardias Civiles y, durante toda su vida, su mayor ilusión había sido serlo. Se preparó para ello durante toda su vida y cuando lo consiguió se montó, fatídicamente un día, en un autobús que pasó por la Plaza de la República Dominicana en Madrid. Allí murieron catorce de sus compañeros y él se unió a la lista de los 60 heridos. Pero abrazado a mi padre lloraba su desgracia. Un malnacido, un hijo de madre de ralea extraña lo había dejado vivo, pero sin audición. Sordo, fue separado del servicio activo. El Estado recompensó sus servicios con el 200% de su sueldo, pero él, sólo quería ser Guardia Civil.

Ahora, aquél Guardia Civil, no podrá oir la noticia de la excarcelación de semejante bicho, pero desgraciadamente sí que podrá leerla y sus tripas se revolverán como lo hacen ahora las mías. Espero que salgas y que, por supuesto, tu muerte, parezca un accidente.