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miércoles, enero 19, 2005

Tres mujeres dos cabras y un perro

Ya, ya tenemos matrimonio entre homosexuales, algo por lo que nuestra sociedad estaba muy preocupada, porque claro como aquí todos somos sarazas, maricones o julais pues el que no dejaran que se casasen era algo que nos preocupaba enormemente. Yo, particularmente, llevaba varios años sin dormir, no comía, no vivía en mí. Ahora ya estoy más tranquilo porque claro, las razones que se han dado es que si hay amor y libertad, ¿por qué no iban a casarse?

La alegría es enorme en mí y vivo sin vivir en mí. Desde hoy he comenzado las gestiones oportunas para poder unir a mi matrimonio a otras tres mujeres más. He hablado con las tres y están de acuerdo, no hay problema me han dicho, así que estoy contentísimo. He quedado con mi esposa actual los domingos, con las otras tres hemos decidido que martes, jueves y viernes estaría bien. Pero a todo esto hemos de añadir que también he logrado convencer a dos cabras y a un perro así que lunes y miércoles serán territorio exclusivo de las cabras. Los sábados, por aquello de sábado perro, lo he dejado para una perra preciosa que he conocido hoy mismo. Es una mastina española de penetrantes ojos negros, se lo he explicado todo y está de acuerdo, ha asentido con la cabeza esa que tiene repleta de manchas marrones que la hacen aún más hermosa.

Mañana mismo comienzo a arreglar los papeles, será hermosa mi vida, por el mantenimiento no hay problema, todas mis mujeres están bien situadas en la sociedad así que no hay pensión que valga. Las cabras se conforman con algo de pienso caprino (tema que conozco ligeramente) y para la perra ya le tengo comprado el primer saco de Royal Canin razas grandes. Ardo en deseos de que habran mañana el juzgado para ir casándome con todas ellas. Mientras el sexo sea limpio el amor no debe importar queridos lectores.