Yo apoyo a Dinamarca

miércoles, enero 05, 2005

Atrapados entre Mr. Spock y Mr. Bean

Mr. Spock siempre estuvo marcado por la naturaleza mestiza de su carácter y como no, por los conflictos que generaba ser hijo de un vulcano y de una humana, de ahí la impureza de su sangre. ¡Cuánto me recuerda esto a alguien! ¿A ustedes no? La impura sangre de alguno de los que pululan por nuestra Expaña (Ex-España) hace que su parecido físico y su parecido psíquico sean innegables.
Este peculiar Mr. Spock se ha empeñado en "acabar a tortas" ya que hasta el mismo lo reclama. ¡Anda que si aquí estuviera el capitán Kirk acababa así seguro! Claro, que al otro lado nos encontramos no con tan flamante capitán de la flota estelar. Se encuentra enfrentado con nuestro Jhony English particular. El mago del desastre, Mr. Bean, ya ha empezado con su show particular. Diálogo y talante frente al bofetón, sí señor. Mr. Bean ha vuelto al humor rancio de los años noventa.
Pues Mr. Spock, yo le digo, si lo que usted quiere son tortas por mi parte que se las den. Esperemos que le den hasta en el cielo de la boca. Ojalá los Klingons venzan en esta ocasión porque ha salido de usted lo malo de su naturaleza humana olvidando la perfección vulcana. Leña al mono hasta que se rompa la cadena. De nuestra parte, la historia y la legalidad vigente; el ejército y la Constitución; los tanques y el pueblo. De la suya, Mr. Spock, las pistolas y mil muertos; la sangre derramada y el odio; la mala leche y la mentira. ¿Quién vencerá?
Esperemos que de Mr. Bean, salga su parte más parecida a mí (mi amigo Ignacio dice que somos idénticos). Que utilice la Constitución (para suspender la Autonomía vasca), que utilice al ejército (para mantener la cohesión de España) y que saque los tanques (si la ocasión lo requiere).
Me temo que vivimos, de todas formas, en un país de cine. Mr. Spock vs. Mr. Bean, vamos como para confiar en nuestros políticos. Que los Reyes Magos nos traigan el fin de la legislatura, por favor, no puedo vivir más con esta incertidumbre.