Yo apoyo a Dinamarca

jueves, diciembre 16, 2004

Todo sea por el cava

Esto es un tío y lo demás es tontería, sí señor, así se baja uno los pantalones, con cuidadito de que no se vean los palominos. Es como cuando uno liga y lleva los gayumbos con frenazo, lo mejor es hacerlo con mucho disimulo, doblarlos antes de que la susodicha, que está como un tren (dicho sea de paso), se percate de tan vergonzosa situación. Es cuestión de hacerlo con rapidez, zas y zas. El momento más peligroso es el principio y sobre todo cuando uno levanta una pierna al llegar la prenda a los tobillos, ahí sí que hay un riesgo añadido y serio.
Pero nada, Don Carod, al ver la anulación de los pedidos de cava (en mi casa hasta mi mujer estaba dispuesta a beber sidra El Gaitero) ha obrado como los buenos ligones. Se ha bajado los pantalones y al ver que sus calzoncillos estaban marcados como cuando El Zorro marcaba a sus víctimas hizo lo que la ocasión requería. Usó un poco de típex para maquillar y donde dijo boicot dice haber dicho "mal humor" para que el cava vuelva a correr por nuestras copas en Navidad.
Se nota que Carod siempre ha sido un ligón de los de primera, no como nuestro presi, que no se sabe bajar lo pantalones. Zetapero al ver la chocolatada en su ropa interior, de seda por supuesto, ha mandado a medio gabinete a los USA y eso no gusta a las ligadas. Por eso Powell miraba asombrado a Curro (Desatinos por supuesto) cuando en 9 minutos le resumió la situación mundial porque la verdad éste resume mejor que Pocholo que un examen sobre la empresa, a la pregunta haz un brevísimo resumen del tema me puso: "en este tema hemos hablado del mundillo de la empresa" y se quedó tan pancho, claro que aprobó, supongo que Desatinos también (no se rían por favor).
Don Carod es usted mi héroe, yo ya no puedo ligar, mi mujer no me deja, aunque yo lo intento pero nada. Además ya he perdido mi encanto, sigo ganando con el pico pero el cuerpo, aunque lo sigo teniendo Danone, es en paquete de seis y eso ya no gusta. Don Carod, ahora me hace dudar entre la "explosiva" sidra asturiana o el ligoteo del cava catalán. ¡Diga usted que sí! Ya el París bien vale una misa no está de moda, ahora lo que cuenta es "El cava bien vale mi honra".