Yo apoyo a Dinamarca

viernes, septiembre 10, 2004

La Parrala

¿Quién me compra este misterio? Adivina adivinanza. Así dice una de las coplas más conocidas de nuestro cante. Y así dicen los miembros de nuestro querido gobierno y también los de nuestro querido PRISOE. Que Maragall (que sólo bebe para olvidar) dice algo, Montilla lo desmiente, Ibarra lo insulta, Chávez se queja de los tres, Paco Vázquez dice lo contrario de los otros y de Pachi (me niego a escribirlo en bárbara lengua con semejante apellido) López mejor no decir nada. Pero dicho lo dicho Ibarra al día siguiente se desdice y donde dije digo, digo Diego y ahora el palmero no era mi querido presidente (más conocido en otros ambientes como El "Picaor" o Escudo del Barcelona) y pasa a serlo, como en El rival más débil el presidente Jaime (también me niego a escribirlo en dialectal lengua con semejante apellido) Matas.
Que vamos a tratar la eutanasia en el parlamento, dice una ministra y a las dos horas sale nuestra ministra Trujillo (la de las abejitas mayas) desmintiéndolo, para ser desdecida minutos más tarde por la más erótica de nuestras mujeres en el gabinete, la sin par Mª Teresa Fernández de la Vogue.
Pero para el final reservo a mi muy amada y querida Carmen Calvo Poyato, la que realmente refleja el espíritu Parrala de nuestro gabinete. La musa entre las musas de la cultura española. La amante de Amenábar, Farruquito y Almodóvar, todos ellos ejes ejemplares y fundamentales de nuestro arte más popular y más sincero. Yo quiero ser Calvo para poder decir dos cosas contrarias y opuestas al mismo tiempo y no caer en el error. Aquella que dijo que iba a bajar el IVA de la cultura y poco después lo mantuvo porque ¡ella no quería oiga!, que era cosa de Europa. Pero ahora ha vuelto a lanzar un nuevo Parralo (nuevo término que desearía se asumiera en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua), ha dicho que iba a quitar el descuento de los libros y cuando Polanco, desde su lecho observaba cómo podía irse con más dinero aún se frotaba ya las manos va y se desdice, ¡cachis!
En definitiva que tenemos un gobierno como La Parrala, que sí, que sí, que no, que no.