El blasfemo

Como en Europa somos como somos el Presidente de turno (que es como decir el gilipollas de turno) de la Unión Europea, el holandés Bernard Bot, también nos ha enemistado con Rusia. A este paso nos vamos a convertir en defensores de todo aquello que, diplomáticamente hablando, nos joda, y bien. El señor Bot no ha tenido otra ocurrencia mas que pedir explicaciones a Rusia por lo ocurrido en Osetia del Norte. Claro, es lo más normal. Putin, con esa cara de malo de película de la guerra fría, esa mirada cabrona malencarada y bajuna, cogió hace unos días a un grupo de niños y los metió en una escuela junto con otros adultos. Subió a quince personas a la planta de arriba y los mandó fusilar y arrojar sus cadáveres por las ventanas. Acto seguido, el malvado Putin colocó cargas explosivas por todo el edificio y cuando un grupo trató de huir disparó contra ellos por la espalda.

Señor Bot, es usted de turno y no lo sabe, y usted deduzca lo que es ese "de turno". Y ¿porqué no pregunta a los países árabes por los 9 terroristas de esas naciones? No si aquí el culpable es la víctima. Señor Bot, es usted un blasfemo y un indeseable además de un cobarde al que asusta que más bastardos de esos países vengan a su casa a matarlo pero, ¿sabe qué es lo peor? que al final vendrán a matarlo exactamente igual y habrá quedado usted como Cagancho en Almagro que debió quedar fatal por lo que se cuenta. Es usted una alimaña rastrera que acabará trayéndonos la guerra y el deshonor como dijo Churchill.

Pues lo dicho señor Putin, ahora caña al mono hasta que se rompa la cadena, que está claro que esta gentuza no conocen otro idioma o son ellos o somos nosotros y yo pienso vender cara mi piel. Contra el terrorismo cuenta usted con mi apoyo que aunque escaso es menos que nada. Y al tal Bot, que le den por donde amargan los pepinos, aunque tal vez hasta el gusta.