Yo apoyo a Dinamarca

miércoles, mayo 12, 2004

A Paco

¡Maldita muerte que arrancas de la tierra la bondad del ser bueno! ¡Negra parca que envuelves con tu negra capa las vidas ajenas que no te pertenecen! Te maldigo, sí, sí, te maldigo por que nos has arrancado hoy a un hombre bueno. Te escupo mi rabia en esa cara oscura con la que nos has mirado a todos para llevártelo sin nuestro permiso.

Tranquilo Paco, descansa en paz, aquí continuaremos recordando tu voz recia y como sabes, no desaparece lo que muere, si no lo que se olvida y nosotros, a ti, nunca te olvidaremos. Tranquilo Paco, duerme en silencio porque seguiremos recordándote cada día caminando impasible por las Tendillas. Sopla sobre esas nubes de algodón desde las que nos verás cada día, apártalas con tus manos para vigilar a tus nietos y míralos crecer desde allá arriba.

Ahora podrás charlar con tu padre, al que tanto querías y al que el odio de los hombres apenas te dejó conocer. Enciende un nuevo cigarro y déjalo sobre el cenicero mientras bebes una copa de vino y que la Virgen del Pilar, a la que tanto amabas, te arrope cada noche en su manto para que duermas tranquilo.