Sin pena ni gloria

¿Les suena el nombre de Donald Herbert? ¿Cómo que no? Pero si ha salido en todos los telediarios, en las noticias de Canal + (en abierto), Tele 5 no ha parado de anunciarlo, bueno, y de la cadena Ser y El País ni les cuento. Donald Herbert, bombero de Nueva York vuelve a la vida tras 10 años en estado vegetativo. Que sí, que sí, que yo lo he visto en todas las cadenas y periódicos progres. Que sí, que sí, que El País abría con la noticia y dedicaba un especial, como cuando Mar Adentro o como cuando Terry Schiavo.

¡Viva la madre que parió a esa mujer que no pidió que desconectaran a su marido! Ante las continuas informaciones sobre eutanasia activa, pasiva y medio-pensionista (léase el hospital de Madrid) aparece una señora con 4 hijos a su cargo que decide mantener vivo a su marido. Frente a ella el cobrador de seguros del marido de Schiavo y el no menos cobrador de Alejandro Amenabar (el niño mimado del cine español) que se está haciendo millonario a costa de su película de corte mimosón y melodramático. Con cura malo y enfermo decidido a morir.

Espero que esto sirva de lección y una vez más lo vuelvo a pedir: si en alguna ocasión (Dios no lo quiera) paso por una situación semejante, por favor, déjenme vivir, no sean tan buenos samaritanos conmigo. Apiádense de mí, como lo hacen de los perros.

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