Yo apoyo a Dinamarca

martes, septiembre 07, 2004

Yo quiero una piscina

Siguiendo la máxima española de que el que no llora no mama me apresuro a pedir para mí una piscina a la mayor brevedad posible. Leo que en una piscina italiana han sido expulsadas 2 musulmanas por bañarse con la ropa puesta, por resultar además de chocante una marranada. El socorrista que las expulsó fue automáticamente denunciado y menos mal que la directora de la institución y el alcalde de la localidad lo han defendido. Siguiendo las normas más elementales de higiene el pobre muchacho les pidió amablemente que se despojaran del pañuelo y las ropas para quedar en bañador a lo que las interfectas se negaron. Automáticamente y siguiendo el reglamento las expulsó y ellas se sintieron ofendidas y lo denunciaron.
El jefe espiritual de las muchachas se ha apresurado a decir que todo quedaría solucionado haciendo una piscina para ellas. Y yo me pregunto ¿sería posible que yo entrara en una mezquita calzado? ¿sería posible que mientras ellos rezan (que para eso están dichos lugares de oración) yo charlara por mi teléfono móvil? La respuesta es lógica, no, y no por eso hacen una mezquita para mí que me ilusiona muchísimo entrar en una calzado y hablando por el móvil. La lógica es la lógica y cada cosa en su contexto. Si yo sé respetar esa ley suya creo que ellos deberían saber respetar la mía, que es asquerositos bañarse vestido.
Pero claro, visto lo visto en la Unión Europea estoy seguro que pronto se haran piscinas para las mujeres musulmanas por lo que yo pido una piscina para mí, porque mis pies huelen una jartá y a lo mejor hasta se me escapa algún gas de cuando en cuando y claro como eso, que es una auténtica guarrería en mi religión es un dogma de fe, pues nada, que me hagan una piscina. Pero por favor, que no sea olímpica que tengo entendido que si no pueden cogerla para pruebas de natación y no quiero que me fastidien el próximo verano.