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lunes, marzo 22, 2004

Del boca a boca al Marketing Viral

Hasta hace unos días los habituales cauces de la información se han visto resquebrajados por los asesinatos del 11 de marzo y el cambio de Gobierno bajo la sombra de la sospecha. El pasado 13 de marzo el envío masivo de mensajes por el móvil ha puesto en tela de juicio los canales habituales de mediatización de la población. No obstante en la empresa privada hace años que nos hablaron de estos sistemas de transmisión para la publicidad de los productos.

¿Qué ocurriría si alguien de nuestra completa confianza nos habla de un producto (en este caso político) y de sus virtudes? Empresas como la "secta" que vende la Thermomix buscan a familiares o amigos que les cuenten las maravillas de la dichosa maquinita. Ahora hay una empresa de tarjetas de crédito que te regalan un tanto por ciento de la gasolina y si convences a algún pardillo pues te hacen un porcentaje mayor. Pero ya en la Prehistoria Círculo de Lectores regalaba libros a los que llevaran a algún convencido a sus filas.

¿Y si a esto le añadimos que podemos pulsar un botón y reenviar el argumento con el que queremos convencer a alguien? Hemos simplificado el asunto con una sola palabra pásalo.

Pero ¿qué ocurriría si realizáramos un flash mob (movilización espontánea) ante la sede de un partido para un día antes de las elecciones? La respuesta la tuvimos el mismísimo día 14, el mayor experimento sociológico de la historia de España comenzó el día 11 con el asesinato de más de 200 personas, se continuó ese mismo día con las patéticas declaraciones de un ministro que habló de una cinta con versos del Corán pero no de otra que había con el Torito bravo de El Fari y, por último, se aumentó, potenció y engrandeció con la manipulación por parte de aquellos que realizaron la mayor campaña de publicidad de la historia de España con menos recursos y tiempo.

Nos encontramos pues, con que el word-of-mouth (boca a boca) de antes pasa a llamarse ahora márketing viral, que no es más que el conocimiento de unos a otros de un mensaje sin emplear los costosísimos métodos de la publicidad tradicional.

La nueva era explota motivaciones y comportamientos comunes, utiliza los canales de comunicación a su alcance, lleva implícita la gratuidad, y al provenir de nuestro entorno más próximo aumenta la credibilidad del producto.

Nos encontramos ante una nueva era, aprovechémosla para lo bueno y no para lo malo. Hasta mañana.